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He recuperado de mi archivo fotográfico unas imágenes entrañables, realizadas hace ya casi 25 años. Las tomé durante los más de dos años de observaciones que realicé en el Zoo de Barcelona, en mi época de estudiante universitario. Junto a éstas, se encuentran también inumerables anotaciones y análisis estadísticos de secuencias de conducta de estos primates. En la Universidad conocí al Dr Jordi Sabater Pi, maestro de etólogos en este lado del mundo (Barcelona, España) y que, después de escucharlo y leer sus innumerables escritos junto a los de Dian Fossey y Jane Goodall, comprendí, que no estamos solos.
A nivel técnico, las imágenes están tomadas con un teleobjetivo de 400mm y una cámara reflex convencional, con película Ilford HP5 forzada a 1600ISO, están reveladas sobre papel B&N baritado y viradas al sepia. Con posterioridad realicé un duplicado con película de diapositivas en formato 4"x5", y que en estos últimos tiempos estoy digitalizando.
José Manuel, mayo de 2010
El baño
Pese a que el foso de agua era un elemento disuasorio, con el fin de que no saliesen del recinto en el que estaban ubicados, éste joven ejemplar lo había incorporado mediante el juego a su espacio vital. Son siempre los más jóvenes, al igual que pasa en nuestra especie, los más innovadores.
Eres mía
Una de las hembras fue reubicada en otro de los grupos, lo que propició que el macho alfa (dominante) de su grupo originario, estuviese llamándola durante muchos días cada vez que la escuchaba. Como puede observarse, se subía a lo alto del poste y emitía fuertes vocalizaciones, mostrando además señales gestuales y piloerección. El enfado era tremendo.
Esta hembra mostraba diversas conductas estereotipadas, entre las que destacaba comerse su propio pelo. En la imagen se la ve arrancándoselo del hombro y con un manojo en la boca.
Ven
El macho alfa de otro de los grupos solía llamar la atención de las hembras con este gesto, brazo extendido con un vaiven de arriba a abajo, palma de la mano hacia arriba y dedos anular e índice extendidos, en un claro ¡ven! Lo usual era que la petición fuese atendida.
Herramienta
Una de las hembras, de forma sistemática, arrancaba el tallo de las hojas de los plátanos de sombra (Platanus x hispanica) y, por el lado que da a la hoja, menos grueso, lo aplastaba con los dientes para luego introducírselo en el oído. De tanto en tanto se lo sacaba de éste, se lo llevaba a la boca y vuelta al mismo. En la imagen puede verse el tallo introducido en el oído.
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